Domingo 10 de junio. Gran Premio de Motociclismo de Cataluña.
Aunque nunca he tenido una moto, desde que era pequeño he sentido una extraña fascinación por las carreras. Como ocurre con casi todas mis pasiones, recuerdo un instante mágico a partir del cual el olor a neumáticos y gasolina se grabó para siempre en mi mente. Mi epifanía particular fueron los duelos entre Kevin Schwantz y Wayne Rainey a finales de los 80 y principios de los 90. Ambos representaban dos formas radicalmente opuestas de entender las motos (y por lo tanto, el mundo). Schwantz era la mejor demostración de que no es posible el genio sin un punto de locura: Platón hubiera apostado por Rainey, pero los aristotélicos nos quedamos con el mítico número 34.
5 comments:
que grande Kewin ¡
mucho disfrutaba cuando le adelantaba en el ultimo segundo al bueno de Wayne.
si, ya sabes que he tenido un pasado motero pero eso de no escuhar sus motores le quita cierto encanto.
Bien que me acuerdo yo de la moto Lucky Strike. Yo ya sabes que soy más de los otros, de los Rayne que prefieren dejar las locuras para otros, aunque admiren profundamente el genio que conllevan.
De todos modos, el Schwantz en estado puero es este, creo:
http://www.youtube.com/watch?v=EocBmOpE9M4
Y si no conoces a Mike, es que tu relación con las motos aún está verde.
http://en.wikipedia.org/wiki/Mike_Hailwood
Cierto es que el momento más recordado del gran Kevin es ese adelantamiento en el último segundo en Hockenheim 91, como recordaba también Dormamu. Si escogí Suzuka 89 fue por sus concomitancias con el duelo Stoner/Rossi del pasado domingo y por el cariño que siempre he sentido por el hoy jubilado circuito japonés.
Mike "The Bike" es sólo para los muy cafeteros. Quizá un año de estos (con la excusa de continuar nuestro recorrido por los países celtas) podríamos viajar a la Isla de Man y asistir a la carrera en su honor.
tal vez lo podiamos hacer en moto
de hacerlo hacerlo bien que cojones¡
eso si despues de road movie 2
P.E.D.R.O.S.A:!!!
Y mi palabra de motos favorita, que me imagino como una de las contraseñas de Dumbledore:
¡rebufo!
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