Como muchos niños de mi generación, de pequeño tenía un
transformer. Un juguete que combinaba dos de mis pasiones de la época: en su forma de deportivo (amarillo, añado) el coleccionismo de coches (things change, I guess); en su forma de robot, la ciencia (things do change indeed). Y es que, al contrario de lo que le ocurrió a Ender, en mi infancia siempre me fascinó
"Yo, robot".
Me en-can-tan las noches de
estreno.
5 comments:
Nunca, como bien cuentas me gustaron los robots hasta que llegaron estos a mi vida
http://www.scienzagiovane.unibo.it/intartificiale/images/c3po.jpg pero nunca me gustarán mas que los cazarecompensasrebelde cuyas naves funcionan a ostias por el hiperespacio.
Como con Yo robot nunca superaré mi odio a esto http://www.classicbattletech.com/
El juego era un horror, pero ¿y lo bien que nos lo pasamos esas navidades?
¿Y de la peli nada?
Ay, señor. Si Bay no supo hacer nada cuando tenía un buen material y al mejor actor entre manos (La Isla), no quiero ni pensar lo que es capaz de escupir cuando hace una peli sobre juguetes.
El poder de sugerencia de la fantasía es increible sobre todo cuando mira hacia arriba, a metas mas altas. Cuando lo hace, como es el caso, hacia los bajos fondos del géneto, no hay salvación posible.
(Dios, mesiánico me he puesto...)
Y aqui, James, haciendo crecer su leyenda en mi bestiario particular:
http://tinyurl.com/24nn8e
Mas razón que un santo.
There's a lot to be said about the simple pleasures of life: cars and girls and things that go boom (preferably in the night).
http://www.youtube.com/watch?v=WpdIoOnEHE8
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